Conversación con las Catedrales
Y
ha llegado a Montevideo mi libro “Conversación
con las catedrales: encuentros con Vargas Llosa y Borges”, publicado en
Madrid por la Editorial Funambulista ,
gracias a Gussi que ya está
distribuyéndolo en nuestras librerías.
La
carátula reproduce dos fotografías: una donde (muy jovencito) estoy junto a
Borges, y la otra con Mario Vargas Llosa. Están apoyadas en un manuscrito de
Borges.
Quisiera
contar a los seguidores del blog algunos de los motivos que me llevaron a
reunir en este libro, que ha merecido
elogiosas críticas en España, dicho sea al pasar, mis diálogos con estas dos “catedrales literarias”.
Conocí personalmente a Borges en Buenos
Aires, hacia 1978; nos vimos después en
diversas oportunidades en su Buenos Aires natal y en su/mi Montevideo. A Mario
Vargas Llosa lo conocí en 1982 y, desde entonces, he vivido innumerables y
gratos momentos junto a él, en Montevideo, Punta del Este, Buenos Aires,
Rosario (Argentina), Caracas, Valencia y, sobre todo, en Madrid, donde dicho
sea de paso, el 28 de marzo pasado asistí a su 80 cumpleaños.
Uno y otro, han estimulado generosamente mis intereses literarios,además de enriquecerme con sus libros. Les debo a ambos, además, generosos juicios sobre mis cuentos y novelas.
Comencé a admirarlos sin soñar que algún día les iba a conocer personalmente, cuando era un adolescente, en mi pequeña ciudada natal, Minas, donde comencé a leerlos con admiración.
Andando el tiempo, leí a Borges en su casa en Buenos Aires mi cuento "El hombre que robó a Borges" (que se incluye además en este libro al que hago mención en estos comentarios) y él lo llevó a "La Prensa" de Buenos Aires para que lo imprimieran. Él mismo lo contó en una entrevista del diario "El País". Borges es personaje de ficción en este cuento mío.
A propósito, también convertí en personaje de ficción, años después, a Mario Vargas Llosa en mi novela "Muerte en el Café Gijón", publicada en Montevideo por "Ediciones de la Plaza" y en Madrid por "Editorial Funambulista". La carátula de esta novela ha sido encuadrada y cuelga hoy en el restaurante del célebre Café Gijón madrileño, fundado en 1888.
Volviendo a estas
páginas de “Conversación con las
catedrales”, en ellas reúno buena parte de mis diálogos con ambos
escritores (publicados en “El País”
de Montevideo, en diarios argentinos, en revistas españolas y de Estados
Unidos). Conversamos de temas muy variados, y recogen, en consecuencia, sus confesiones
sobre la literatura; la forma de escribir que tiene cada uno; el goce de la
lectura; el germen de algunos de sus libros; la política, la libertad y la
democracia; los compromisos de los escritores; el regocijo de estar vivos y
los sueños del camino.
En un tiempo como éste,
tan poco dado a la admiración, asumo este riesgo en este libro, con alegría,
porque nunca he dejado de sentirla por estos dos escritores y por sus
extraordinarias obras.
A quien quiera leer un comentario escrito en
España sobre mi libro, solo uno, le doy este enlace: