Albert
Camus en Montevideo
Albert Camus, el celebrado autor de “El extranjero” y “La peste”,
ganador del Premio Nobel de literatura a los 44 años, visitó en un lejano mes
de agosto dos veces nuestra ciudad. En 1949
el célebre escritor (nacido en 1913 y
fallecido tempranamente en 1960) estuvo
dos veces en Montevideo y dejó sus apuntes de sus paseos. Y hoy, queremos
recordarlos.
Albert Camus escribe el 11 de agosto de 1949: "Me levanto temprano y escribo unas
cartas. Luego, como sigo sin noticias de mis protectores naturales, voy a
visitar Montevideo en un hermoso día gélido. La punta de la ciudad se baña en
las aguas amarillas del río de la Plata. Aireada , regular, Montevideo se halla
rodeada por un collar de playas y un bulevar marítimo que me parecen bellos.
Hay una prestancia en esta ciudad, en la que parece ser más fácil vivir que en
otras que vi hasta ahora. Mimosas en los barrios ajardinados, y palmeras que me
recuerdan a Menton. Aliviado también por estar en un país de lengua
española".
Esa noche, Camus regresó en barco a
Buenos Aires, y de allí viajó a Santiago. Y el 19 de agosto de 1949 volvió a
Montevideo. En sus apuntes del día 20 de agosto, leemos: "A las once, primera conferencia en la sala de la Universidad. En
medio de la conferencia, un curioso personaje entra en la sala. Una capa, la
barba corta, los ojos negros. Se instala al fondo, de pie, abre ostensiblemente
una revista y la lee. De cuando en cuando, tose muy fuerte. Este, al menos,
pone algo de vida en el anfiteatro".
Más adelante, anota: "Un momento con José Bergamín, fino,
marcado, con la cara envejecida de intelectual español. No quiere elegir entre
el catolicismo y comunismo mientras la guerra de España no haya terminado. Un
hipotenso cuya energía no es más que espiritual. Me gusta esa clase de
hombres".
Entre otros apuntes, encontramos
éstos: "La tarde es suave, rápida,
un poco tierna. Este país es fácil y bello". Y más adelante: "Después de la conferencia, salgo a
pasear con Bergamín. Aterrizamos en un café populoso. El duda de la eficacia de
lo que está haciendo".
Conoció a Susana Soca, la directora
de “Entregas de La Licorne ”, a quien
pidiera la mano (sin éxito) el poeta Henri Michaux. Ella fue una de las anfitrionas de Camus en
Montevideo, de quien dice: "Después, cena en casa de Suzannah
Soca. Un montón de mujeres de mundo que, después del tercer whisky, se ponen
insoportables... Propongo a la agregada cultural que se venga a beber una copa
conmigo... La noche es dulce en Montevideo. Un cielo puro, el crujir de las
palmas secas encima de la plaza Constitución, vuelos de palomas, blancos, en el
cielo negro".
Albert
Camus se despidió de Montevideo el 21 de agosto de 1949. Estas fueron sus
últimas impresiones: "... el avión
abandona el terreno a las once. Bajo un cielo tierno, aireado, nuboso,
Montevideo expone sus playas --ciudad encantadora-- donde todo invita a la
felicidad y a la felicidad sin preocupaciones de la mente".