jueves, 3 de marzo de 2016

Lawrence de Arabia por Malraux



       Un relato cautivador que debemos a la pluma de André Malraux. El caudaloso y memorable libro titulado “El demonio del absoluto” (Galaxia Gutenberg). Tiene dos caminos: puede leerse, simplemente, como la biografía del coronel Thomas Edward Lawrence, conocido famosamente como Lawrence de Arabia, pero también de una manera más amplia.
             Entre el gran escritor y ministro del General de Gaulle, André Malraux (1901/1976),  y el coronel Lawrence (nacido en 1888 y fallecido en un accidente de moto en 1935) que diera lugar a una famosa película, podemos verificar una serie de notables coincidencias vitales. Baste recordar que tanto Malraux como Lawrence sintieron desde muy jóvenes la necesidad de borrar marcas de su origen. Uno y otro manifestaron desdén por la educación clásica que habían recibido y, a ambos, los atrajo el Oriente y la arqueología los llevó allá.
            Fueron mitómanos. Cambiaron de nombre y de piel. Fomentaron sus propias leyendas difundiendo versiones contradictorias sobre su pasado. Compaginaron el gusto por la soledad, con la adhesión fraterna a las empresas colectivas. Se mostraron dispuestos a la servidumbre del soldado y, luego de que sus vidas aventureras prosperaran en la guerra, en tiempos de paz se introdujeron en la alta política.
            Como bien ha dicho Denis Boak: “Lawrence aparece como el precursor de la visión trágica que tenía Malraux, del combate del hombre contra su destino y sus esfuerzos por trascenderse a sí mismo”. Por estos motivos, nos parece que podemos decir que este libro se lee, también, como una suerte de testamento secreto de Malraux y, a través de sus páginas, el escritor francés indirectamente indaga en las claves que determinaron sus propias vidas.
            Malraux, al analizar a Lawrence como paradigma del “intelectual/aventurero”, no deja de mirarse como en un espejo a sí mismo, y nos permite entrever los motivos por los cuales terminó renunciando a ese destino.
            Esta biografía del coronel Lawrence de Arabia (la que según Malraux extravió en vida) fue encontrada entre sus papeles, tras su muerte. Cabe señalar que había sido revisada en 1946, en impresiones de la editorial “Gallimard”, por lo que debe suponerse que la había entregado a ese sello.
            Fue así que se editó, incompleta, por primera vez, hacia 1996, por la Bibliotheque de La Pléiade, en sus “Obras Completas”. Esta es la primera edición, independiente de sus obras, que se conoce en forma completa y en otra lengua que no sea el francés.
            André Malraux considera (como Robert Graves) que dos seres habitaban en Lawrence: el beduino enamorado del desierto y el europeo muy civilizado; la conjunción de una memoria y una voluntad singulares, su fuerza física y su generosidad, lo llevaban a entregarse a las causas perdidas, pues amaba tomar parte del más débil, razón de su fuerza irresistible.
            La semejanza de personalidades y de ambiciones, facilitaron a Malraux la comprensión de la vida del coronel Lawrence de arabia, como lo demuestra este libro magnífico sobre los combates del hombre contra su destino.