jueves, 30 de agosto de 2018

Libros inolvidables




           Vida y literatura están estrechamente unidas. Y las grandes obras de ficción narrativa (cuentos y novelas memorables) lo son porque toman de la vida los elementos esenciales y, gracias a la organización del lenguaje y la forma de contarlo, pasan a ser hitos de nuestra vida; hitos de nuestra pequeña historia personal.
Y, así, quedarán en nuestro corazón impresas. ¿O no nos ocurre, esto mismo, si evocamos libros como El Quijote, o recordamos “Bola de cebo” de Mauppasant, “La educación sentimental” de Flaubert, “Fiesta” de Hemingway, “La condición humana” de Malraux, “Cien años de soledad” de García Márquez, “La casa verde” de Mario Vargas Llosa, “El Aleph” de Borges y, en fin, “Un padre de película” de Antonio Skármeta?
¿Por qué sucede? Porque no solamente cuentan historias memorables protagonizadas por personajes que no olvidaremos, sino porque fueron cuidadosamente planeadas para penetrar en nuestra conciencia y nuestro corazón, Y se quedarán a vivir para siempre.
          Para nosotros, mientras lo leímos, todo ello fue verdad. Y por ello, esta segunda vida del arte, es el mayor logro de sus creadores puesto que ofrecen vidas imaginarias como si fueran verdaderas, y terminamos creyéndolo. Por siempre.