lunes, 25 de junio de 2018


Sábado, 23 Junio 2018




 “EL SECRETO DE AMPARO”

Ruben Loza publicará otra novela en España

El escritor uruguayo Ruben Loza Aguerrebere volverá a publicar en España, en esta oportunidad volverá a los escaparates mediante el sello madrileño Carpe Noctem, que el próximo mes de octubre dará a conocer El secreto de Amparo, novela publicada en Uruguay el año pasado por Ediciones de la Plaza.
Durante el año 2017 la industria editorial española creció un 7,3% respecto al año anterior, según manejaron diversas organizaciones vinculadas al sector. La novela llegará a los lectores españoles justo para las compras de Navidad, la temporada de mayores ventas.
Loza Aguerrebere publicó tiempo atrás la novela Muerte en el Café Gijón, también editada en Uruguay por Ediciones de la Plaza, y el libroConversación en las catedrales: encuentros con Vargas Llosa y Borges, que en su momento alcanzaron una importante difusión en la península, y fueron publicados en Madrid por la Editorial Funambulista.
La crítica especializada consideró a la novela de Loza como una de las seis mejores del año, según publicó el periódico La Vanguardia de Barcelona.
Antonio Skármeta, autor de El cartero de Neruda, dijo que: "Como lo mostró en La librería, Ruben Loza Aguerrebere es un hábil tejedor de emociones e ilusiones que atrapan al lector".
El secreto de Amparo, obra que fue presentada en la Feria del Libro de Montevideo en el año 2016, es una novela "a propósito de los paraísos y los infiernos de la memoria, y la ambienté en una pequeña ciudad rodeada de colinas (Minas) y en París, que me seduce y he frecuentado asiduamente", según explicó el autor.
Ediciones de la Plaza anunció que dará a conocer próximamente una nueva novela de Loza Aguerrebere, titulada Noches de Gloria.

martes, 19 de junio de 2018


Sobre Onetti y Borges


Onetti y Borges, ganadores del Premio Cervantes
           
             “El viaje a la ficción” es un libro de Mario Vargas Llosa sobre la obra de Juan Carlos Onetti, sobre quien había dado cursos en universidades de los Estados Unidos. Cabe recordar que el escritor uruguayo fue merecedor del Premio Cervantes en 1980.
            En su libro Vargas Llosa habla sobre la rivalidad entre Onetti  y Borges.  Y, al escribir sobre este tema, hace el honor de citarme en su mencionado libro, reproduciendo parte de una de mis entrevistas juveniles a Borges, publicada en “”El País” de Montevideo. Transcribe las palabras de Borges sobre Onetti, cuando él integró el jurado del Premio Cervantes en Madrid.

            Y escribe Mario Vargas Llosa en su libro:

         “En 1981 Borges fue jurado del premio Cervantes,  en España, y en la votación final entre Octavio Paz y Juan Carlos Onetti, votó por el mexicano. Entrevistado por Rubén Loza Aguerrebere, explicó así su decisión: "Bueno, el hecho de que no me interesaba. Una novela o un cuento se escriben para el agrado, si no, no se escriben. Ahora, a mí me parece que la defensa que hizo, de él, Gerardo Diego, era un poco absurda. Dijo que Onetti era un hombre que había hecho experimentos con la lengua castellana. Y yo no creo que los haya hecho. Lo que pasa es que Gerardo Diego cree que Góngora agota el ideal en literatura, y entonces supone que toda obra literaria tiene que tener su valor y tiene que ser importante léxicamente, lo cual es absurdo. Ahora, si Gerardo Diego cree que lo importante es escribir con un lenguaje admirable, eso tampoco se da en Onetti.".
           
            Y agrega:

       “Mi pálpito es que Borges nunca leyó a Onetti y probablemente la sola idea que guardaba de él tenía que ver con aquel frustrado en una cervería porteña y las provocaciones anti/jamesianas del escritor uruguayo”.

miércoles, 13 de junio de 2018


Chejov, el alma de su tiempo

            Acierta Soledad Puértolas cuando escribe: “hay más alma que corazón en Chéjov”.
            En la vida del escritor ruso (nacido en 1860, hijo de padres modestos) no hubo episodios sobresalientes. Su andadura terrestre transcurrió con la misma normalidad con que vivieron sus personajes, dolidos por agitaciones interiores.
Antón Chéjov se graduó como médico; la profesión le proporcionó conocimientos que le ayudaron en su labor de creación. Pero gracias al éxito que obtuvo con sus cuentos y piezas de teatro, pudo vivir de este trabajo y ayudar a sus hermanos. En 1892 se compró una finca en Moscú, que utilizaría como hospital cuando la epidemia de cólera que sufrió Rusia.
          Chéjov, cuentan, era un hombre sencillo y modesto, que usaba monóculo y perilla.  Entre sus amigos cercanos se contaban Lew Tolstói, el músico Rachmaninof y el director teatral Stanislavski.
          Chejov era un hombre amable, calmo y suave, y especialmente adorado por las mujeres, a las que solía tratar con cierta distancia irónica, que era la forma de enmascarar  lo que trascendía de su alma bien educada.
         Aquejado de tuberculosis realizó numerosos viajes en procura de climas benignos. Entre ellos, a Yalta, a orillas del Mar Negro. Fue allí donde situó uno de sus cuentos más hermosos, “La dama del perrito”, que es como un sueño, y que precisamente acaba cuando el sueño termina, con el fin de las vacaciones de los protagonistas y  su triste separación.
            Chéjov nunca reprimió su sensibilidad artística. Fue un escritor fiel a los crepúsculos e ilusiones del alma, que no son adornos del espíritu, sino que son el espíritu. Por eso, a pesar de que murió en 1904, sus obras siguen vivas en la imaginación de lectores y espectadores.  Se nutren de lo esencial en la literatura, es decir, la temperatura espiritual de su tiempo, el alma de su época.

martes, 5 de junio de 2018


Revel y su juicio sobre Borges


 Se publicó también en España en LasdosCastillas.net
y quien desee leerlo allí basta con  un clic aquí


            En su reciente libro “La llamada de la tribu”, su autobiografía liberal, Mario Vargas Llosa dedica muchas páginas a Jean Francois Revel,  a su obra, a su amistad, y señalando cuánto el pensador francés influyó en él.
            Justamente, Vargas Llosa me presentó hace unos cuantos años a Jean Francois  Revel,  a quien tuve la suerte de conocer, y con quien dialogamos en no pocas oportunidades, incluso aquí en el Uruguay.
            Me gustaría  dar a conocer su pensamiento sobre Borges, el escritor al que más admiraba, al que consideraba como “uno de los grandes genios”.
            Escribió sobre él en su difundido libro “Las ideas de nuestro tiempo”.
            Las que siguen son las palabras de Revel, ante mi pregunta sobre la importancia de Borges en la literatura.
            Y estas son sus palabras.

--Yo le tengo una admiración inmensa. El genio de Borges, la obra de Borges, es de esas cosas que nadie podía prever. No pertenece a ningún tipo de literaturas que tenga antecedentes. Es de una originalidad completa. Y yo soy un admirador ilimitado de él. Lo conocí, en sus últimos años, porque yo fundé, con Angelo Rinaldi (que es novelista y crítico literario), con Héctor Bianciotti y con Raymond Aron, la “Asociación francesa de amigos de Borges”, porque en el 77 él quiso salir de la Argentina, porque la atmósfera política no le gustaba, pero no tenía dinero. Procuramos hacer un fondo y pagar su viaje; y procuramos encontrarle un pequeño trabajo, una fuente de dinero para que él pudiera vivir. Cuando llegó a Francia hicimos muchos almuerzos y banquetes de celebración para él. Y entonces hablé muchas veces con él. Jamás escuché un hombre con esa cultura universal; en español por supuesto, y en inglés, en francés, en latín… Era un hombre universal. Sabía de memoria poemas en todas las lenguas. Sabía cómo se pronunciaba en tiempos de Shakespeare. Y también conocía, en francés, a poetas que muy pocos conocen y él recordaba sus poemas. Es uno de los grandes genios”.